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ánsito

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ti
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Soñé que estaba en medio de una guerra, leía sobre ella y también vivía ahí.
Un señor con pocos dientes me decía:

- quemar algo también es una forma de comunicarse

Son las 9 de la mañana, la luz entra de lleno por la ventana de la habitación y en la mesa de trabajo pega intensamente contra la madera. Decido desayunar y retrasar el comienzo del trabajo. No hay apuro y con la intensidad de esa luz va a ser difícil.
Hace unos días que tengo algo en la cabeza pero en el apuro no pude detenerme. Aprovecho el desayuno para eso pero se me va el tiempo en desayunar, en descansar un rato en eso, el mate, el pan caliente, la miel.
Ya trabajar me resultar agotador, trabajo, pienso, vagabundeo por la casa. Alterno.
También me distraigo un rato con la compu o algún video, momento de descanso, de abandono.
Cuando el pensamiento se aclara entre medio de la reproducción automática de ya no sé que concatenación de videos me detengo, pongo pausa, me quedo.
Vuelvo a la mesa a trabajar, un poco con la carga de eso. Escribo mas lento, me tomo más tiempo para hacer cada cosa. En los espacios entre medio me observo. Tomo alguna pequeña decisión, sigo los pasos. Voy haciendo muy de a poco lo que me propongo, empiezo a entrar en ritmo.
La necesidad es de tiempo.

Todo lo demás va y viene.
Pasa que todo lo demás no existe todavía.
Si hay algo que existe es este espacio, las paredes de ladrillo a la vista, el ventanal de vidrio partido y el ojo de buey.
Dejo las flores en un rincón, tratando de incorporarlas a todo lo permanente. Las dejo sin agua, para que aprendan a vivir del aire como los ladrillos.
Me escape con tanta sutileza que ni yo me di cuenta.
Me tiro al piso, en diagonal a las flores. Tengo los mismos poros, quizá hasta las mismas necesidades. Las necesidades también existen y los feriados, los fines de semana, las ofertas, volver a casa de día, volver a casa de noche, volver a casa al otro día, no volver, quedarse un rato mas a medianoche, cortarle las hojas secas a las plantas, fantasear con la medianera, imaginarse a aquellos tras la ventana tan individuales y generales al mismo tiempo.

Escribir es siempre una acto del pasado.
Todo sucede antes de tipear.
Un intento de incorporar.
Hacer que la realidad aparezca.
Separar.
Repetir.

entrenar la potencia hacia una dirección ficticia .